martes, 29 de marzo de 2016

La fiebre del oro de Alaska

A partir de mediados del siglo XIX, se encontró oro en una sucesión de descubrimientos a lo largo de la costa oeste de los Estados Unidos, en un arco ascendente desde California hasta Alaska. La gran fiebre del oro de California de 1849 dio inicio a una serie de otras «fiebres» en las décadas siguientes, que terminó con la fiebre del oro del Klondike de 1897 y la fiebre del oro de Nome de 1899, ambas en Alaska. Este mapa se publicó en 1897, poco después de que se descubriera oro en Bonanza Creek, un curso de agua situado junto al río Klondike, un afluente del imponente río Yukón. La fiebre del Klondike resultó ser una de las más grandes de la historia, y quedó capturada en la legendaria poesía y prosa de Robert W. Service (1874-1958) y de Jack London (1876-1916). Como muestra este mapa, hubo muchos otros hallazgos de oro en Alaska: a lo largo del río Yukón, en Juneau y en otras partes del sudeste de Alaska, así como en la región de la ensenada de Cook (cerca de la actual Anchorage). El mapa muestra los yacimientos de oro más importantes hasta ese entonces, resaltados en rojo, así como los nombres de las cordilleras, ríos y otros accidentes geográficos prominentes en Alaska, Yukón y Columbia Británica. Por supuesto, no aparecen los famosos hallazgos posteriores en Nome, Fairbanks y Livengood. Las noticias de estos descubrimientos, transmitidas a la nación y al mundo mediante telégrafo y periódicos, incitaron a decenas de miles de buscadores a sacrificar todo en la febril y a menudo imprudente persecución de fortuna.


De las decenas de miles de personas que fueron en busca de oro a Klondike solo unas pocas se hicieron ricos.Se estima que cada uno de ellos se gastó un promedio de $1.000 para llegar a la región, una cantidad total que es superior al oro extraído entre los años 1897 y 1901.

Otros grande damnificados fueron los indios nativos, quienes porsperanron esos años gracias a su trabajo como guías o comerciantes pero que sufrieron el enorme impacto ambiental de la minería en los ríos y en los bosques.Su población se redujo drásticamente al terminar la fiebre del oro y fueron trasladados a una pequeña reserva.

La extracción de oro se mantiene hasta hoy en día.La ciudad pasó de lo más de 30.000 habitantes en pleno apogeo de la fiebre del oro a poca más de 2.000 en 1912, actualmente cuenta con algo más de 1.300 habitantes. En el año 2005 se anuncio que se habían extraído hasta la fecha 570 toneladas de oro. El puerto Skagway también se redujo notablemente y el puerto de Dyea quedó abandonado siendo actualmente una ciudad fantasma.

Hoy en día, la fiebre del oro de Klondike forma parte fundamental de la historia de la cultura de Alaska. Muchos de los lugares que fuerom testigos de esta " estampida" son numerosas películas y novelas.A pesar de su impactp ecológico, la construcción de ferrocarriles, nuevas carreteras y amplicación de las ciudades contribuyeron notablemente al desarrollo económico de toda la región.



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